Tomelloso medio día
Para visitar Tomelloso en medio día recomendamos que se haga por la mañana. De esta forma, se pueden visitar algunos monumentos o museos a primera hora, dar un paseo por el centro y, para terminar la mañana, disfrutar de nuestra gastronomía maridada con nuestros exquisitos vinos en alguno de los bares y restaurantes de la localidad.
Se puede comenzar la visita en el Museo del Carro y Aperos de Labranza, museo etnográfico que nos da a conocer cómo trabajaban la tierra y elaboraban el vino los agricultores de hace ya algunas décadas. Además de una cocinilla típica, se conservan numerosos aperos de labranza, pero, sin duda alguna, la joya de este museo es el “bombo”, construcción rural de piedra seca típica de Tomelloso que servía de vivienda y refugio durante las faenas del campo.
Una vez finalizada la visita, nos dirigiremos al centro de la ciudad, concretamente a la Posada de los Portales, antigua posada de viajeros que hoy es centro cultural y alberga la Oficina de Turismo. Entraremos en la Sala de Recepción de Visitantes donde podremos ver un vídeo de Tomelloso de unos 5-6 minutos de duración. Acto seguido podremos ver las diferentes salas con las que cuenta el edificio, la chimenea y disfrutar de la exposición temporal.
Cruzaremos después la Plaza de España para ver la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra., en la cual destacan algunas tallas de indudable valor como la Sagrada Familia, el Belén y el Descendimiento, así como obras pictóricas del tomellosero Francisco Carretero.
Después tomaremos la calle Independencia para llegar a los jardines de la Glorieta Mª Cristina, donde se encuentra el Museo Antonio López, declarado Edificio Emblemático del s. XX por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. El Museo alberga una colección permanente de óleos y dibujos cedidos por Antonio López Torres a su ciudad con un total de 65 óleos y 41 dibujos distribuidos en dos salas diferentes. Asimismo, dispone de una sala de exposiciones temporales y un auditorio.
Para finalizar la visita nos dirigiremos a la Calle Domecq, donde podemos encontrar una chimenea de la antigua destilería de la empresa jerezana Pedro Domecq. Esta chimenea data de 1950 y tiene una altura de 35 metros.
Para terminar nada mejor que degustando los platos y tapas típicas de la ciudad en alguno de nuestros restaurantes o bares.